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domingo, 23 de septiembre de 2012

Aporte del Arquitecto Antonio A. Lorenzo



 

MEMORIA Y RESEÑA – RESTAURACION DE VILLA HORTENSIA

 
San Luis, Marzo de 2012

Villa Hortensia, se ubicada en uno de los ingresos a la ciudad de San Luis, sobre la Av. El Fundador nº 1111 – ex Ruta 20 -, trayecto que vincula la Aguada de Pueyrredón y la ciudad Capital.

Promediando el año 2011, la familia Despouy-Domeniconi, emprende decididamente la puesta en valor de Villa Hortensia en vísperas de cumplir sus primeros cien años de existencia.

 

El día 29 de febrero del 2012 se estableció como fecha en que debían concluir las tareas programadas de una etapa inicial, a instancias del cumpleaños de Doña “Yeya”.

 
Fui invitado, con la voluntad de sus propietarios, a formular propuestas circunscrito a la puesta en valor de Villa Hortensia, priorizando y respetando los aspectos más sensibles de la obra y de la memoria colectiva de quienes la habitaron y habitan.
 


He compartido el señalamiento de que: Villa Hortensia es una de las pocas joyas que nos quedan en la ciudad de San Luis, en cuanto a su patrimonio arquitectónico y cultural de los siglos pasados. Además, merece poner el acento en que: es una de las pocas casonas de familia de su época, o la única todavía inmersa en el corazón de un parque arbolado centenario. Si bien, en su época, estaba fuera del casco urbano de la ciudad, y en aquella época, pasando el puente blanco: todo era campo en sus inmediaciones... Hoy Villa Hortensia, resistiendo al trazado de recientes dameros y  parcelamientos urbanos, en una zona en pleno crecimiento, insiste en aportar con su presencia testimonial de todo un tiempo y de un estilo de vida, manifestando en su pleno reflejo, el San Luis que supo invitar a visitarnos por ser: el pago tranquilo y buenos amigos.

 

Me permito enunciar una de las frases de la Arq. Marina Waisman (1920-1997) quien fue una arquitecta argentina, Cordobesa, teórica y crítica de las nuevas corrientes de reflexión arquitectónica iberoamericana y que es procedente resaltar su profundo compromiso atento a reencausar los aspectos esenciales de cada comunidad: “el patrimonio es algo que se nos ha cedido en préstamo para devolverlo intacto a las generaciones venideras”.

 
Por ello resalto el valor de Villa Hortensia y el aporte a nuestro acervo cultural, sabiendo de numerosos hechos, actividades y desprendimientos de su extensión territorial en post de un San Luís en crecimiento y que, seguramente y en su oportunidad, la familia Despouy brindara un racconto histórico.



 
La restauración de Villa Hortensia abarco, en una primera fase, aspectos necesarios de investigación histórica y apoyo documental para emprender el ordenamiento y reparación de elementos que integran el parque; la totalidad del cierre perimetral sobre Av. del Fundador y sus dos ingresos al predio; el frontispicio o fachada principal de la vivienda; la galería y vinculación con el parque, sector oeste, además de adecuar los sistemas de servicios eléctricos y de gas natural en la vivienda a nuevas exigencias.

 

Las tareas respondieron a un marco conceptual que nos ubico promediando el esplendor de la belle epoque y si bien en países de Latinoamérica tuvo una tardía repercusión, pues no es hasta la segunda década del siglo XX en que se absorben algunas de las características del estilo, en Villa Hortensia ya se plasmaban aspectos arquitectónicos que ensamblan en su estilo ecléctico la influencia de diferentes corrientes estilísticas de la época reflejándolo en su fachada con líneas y ornamentaciones curvas, simetrías francesa, materiales, dúctiles y maleables, como el vidrio y el hierro, que sugerían transparencia, flexibilidad y vigor; ambientes amplios y luminosos; galería amplia que facilita la expansión de los locales principales contiguos, propia del Modernismo; un mirador que modifica el esquema simétrico del conjunto con doble arco, de medio punto, en sus cuatro ejes cardinales y una cúpula piramidal que concluye con la ornamentación de una punta de flecha.

 

Estos fueron los puntos de partida y como metáfora podría manifestar...“que intervenir en le dialogo del bien de Villa Hortensia, desde sus ingresos, el parque, la casona y su entorno, nos propone restaurar y poner en valor una parte importante de San Luis”.

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Y como lo manifesté anteriormente, en esta primera fase, intervenimos fortaleciendo su voz desde el vínculo con la Av. del Fundador, su portal de Ingreso Principal, las circulaciones vehiculares y peatonales en el parque, su fachada principal y el intenso dialogo que sugiere su galería oeste, sus partes componentes, el aljibe y el añoso olivo inmersos en un parque circunscrito por la construcción existente de la época y el reciente muro medianero.

 
 
 
Me pareció una muy buena oportunidad, en esta fase de restauración de Villa Hortensia, de manifestar la voluntad necesaria en fortalecer la cuestión del patrimonio urbano, coadyuvando a profundizar la idea en los municipios, y en particular en la ciudad de San Luis, que el patrimonio debería tener el rango de política pública como parte del plan urbano que resguarde lo que queda de un patrimonio arquitectónico avasallado por el funcionalismo de la tendencia iconoclasta encargada de romper las imágenes que nos identifican y nos enlazan a nuestra propia historia, sosteniendo la idea como de lo que estaba no tenía demasiado valor.

 

Que bien vendría promover la contención de ciertas tendencias con las que se viene jugando desde la década del 80, acentuada en estos tiempos, donde la arquitectura esta inmersa en el contexto del mercado y qué hace al patrimonio urbano, también, parte de la relación en las leyes del mercado.

 
Las futuras intervenciones, seguramente, propondrán continuar este rico dialogo que nos proporciona la historia de Villa Hortensia y nuestra actualidad.

 

Texto: Arq. Antonio A. Lorenzo

Fotos: 1-Arq. Oscar Di Chiara y Chelo Lucero mostrándo la tapa de la pubblicación (MEPN); Fotos Familia: aporte de Edith Despouy; Foto con la vista del año de fundación de Villa Hortensia (1912) MEPN.

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